Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. Sin embargo, muchas veces se firma el contrato sin haberlo leído en profundidad o sin entender todo su contenido. Esto puede derivar en problemas legales, gastos inesperados o incluso la nulidad del acuerdo. En este artículo te explicamos qué debes revisar en un contrato de compraventa de inmueble antes de firmar para así proteger tu dinero y tus derechos.
¿Por qué es importante revisar bien un contrato de compraventa?
Consecuencias legales de firmar sin entender el contenido
Firmar un contrato sin comprenderlo por completo puede tener graves consecuencias jurídicas. Estás aceptando una serie de obligaciones, plazos, cláusulas y condiciones que, una vez firmadas, son legalmente vinculantes, incluso si más adelante alegas que no las entendiste.
A su vez, algunos contratos incluyen cláusulas redactadas de forma ambigua o con tecnicismos que pueden jugar en tu contra si no se interpretan correctamente. Por eso, es clave tener una lectura crítica o contar con apoyo legal antes de estampar tu firma.
Qué puede reclamar el comprador si algo no está claro
Si después de firmar detectas que el contrato tiene información confusa o contradictoria, puedes reclamar por vía legal siempre que logres demostrar que ha habido falta de transparencia o desequilibrio contractual.
En determinados casos, especialmente si se trata de consumidores, los tribunales han considerado nulas cláusulas poco claras o abusivas. Pero para llegar a ese punto, es necesario justificar que el contenido del contrato te colocó en una situación de desventaja o que no se te facilitó la información de forma comprensible.
Cláusulas clave que debes revisar antes de firmar
Identificación de las partes y descripción del inmueble
Uno de los primeros puntos a revisar es que los datos de las partes sean correctos y completos: nombre, DNI, domicilio y capacidad legal para firmar. Esto incluye verificar que quien vende sea realmente el propietario registrado del inmueble.
También es esencial comprobar la descripción exacta del bien: superficie útil y construida, anejos (trasteros, plazas de parking), ubicación registral y referencia catastral. Cualquier error en este apartado puede generar conflictos sobre qué estás comprando realmente.
Precio, forma de pago y gastos asociados
El contrato debe detallar el precio total de la compraventa y la forma de pago pactada (transferencia, cheque bancario, pagos aplazados, etc.). Asegúrate de que se indica si el precio incluye impuestos como el IVA o el ITP, y si se ha entregado una señal o arras.
También conviene que el contrato indique quién asume cada gasto: notaría, registro, gestoría, plusvalía municipal… Si no se especifica, la ley establece criterios supletorios, pero siempre es mejor dejarlo claro por escrito.
Fecha de entrega y posibles penalizaciones
Es fundamental que el contrato incluya una fecha concreta de entrega del inmueble, especialmente en compraventas sobre plano o de viviendas nuevas. Esta fecha debe quedar claramente reflejada y, si es posible, acompañada de cláusulas que garanticen consecuencias en caso de retraso.
Algunas promotoras intentan incluir plazos flexibles o condiciones poco precisas que pueden dilatar indefinidamente la entrega. Por eso, conviene que se pacten penalizaciones o indemnizaciones si la entrega se retrasa sin causa justificada.
Estado legal del inmueble: cargas, hipotecas o embargos
Antes de firmar, debes comprobar que el inmueble está libre de cargas, hipotecas, embargos u otras limitaciones. Este punto suele constar en el contrato, pero siempre debe verificarse con una nota simple del Registro de la Propiedad actualizada.
Si la vivienda tiene una hipoteca, puede pactarse que el vendedor la cancele antes de la firma en notaría, o que se subrogue el comprador, en cuyo caso habrá que estudiar las condiciones del préstamo con detalle.
Posibles cláusulas abusivas en hipotecas
Si el contrato incluye subrogación hipotecaria o se firma conjuntamente con una hipoteca, conviene revisar si existen cláusulas abusivas. Algunas de las más frecuentes son:
- Cláusulas suelo que impiden beneficiarse de bajadas de tipos de interés.
- Gastos hipotecarios totalmente a cargo del comprador, cuando por ley deben repartirse.
En este tipo de contratos es frecuente que la redacción favorezca a la entidad financiera, por lo que es imprescindible revisar estas condiciones antes de firmar. Para esto, en Amagna Legal contamos con un equipo de abogados especialistas en reclamaciones hipotecarias.
¿Qué documentos deben acompañar al contrato?
Nota simple, cédula de habitabilidad y certificado energético
El contrato debe ir acompañado de una nota simple registral reciente, que confirme la titularidad y el estado de cargas. También debe incluirse la cédula de habitabilidad (si es obligatoria en tu comunidad autónoma) y el certificado de eficiencia energética, obligatorio desde 2013.
Licencias de obra, declaración de obra nueva y división horizontal (si aplica)
En inmuebles de nueva construcción o viviendas en edificios plurifamiliares, es importante verificar la existencia de la licencia de primera ocupación, la declaración de obra nueva inscrita y la división horizontal, que define la propiedad de elementos comunes y privados.
¿Cómo detectar cláusulas abusivas o poco claras?
Lenguaje ambiguo o confuso
Una señal de alerta es la redacción imprecisa o técnica sin explicación clara. Si el contrato utiliza términos que dificultan su comprensión o no explican bien las consecuencias legales, puede tratarse de una cláusula abusiva o al menos discutible.
Excesiva responsabilidad para el comprador
Otras cláusulas que deben revisarse son aquellas que atribuyen todas las responsabilidades y costes al comprador, incluso por defectos del inmueble, gastos inesperados o problemas registrales. Un reparto equilibrado es lo justo, y la ley protege al comprador frente a excesos.
¿Qué pasa si ya has firmado y detectas un problema?
Reclamaciones legales posibles
Si tras firmar detectas un error o una condición no informada, puedes presentar una reclamación judicial o extrajudicial, según el caso. Todo dependerá de si existe vicio en el consentimiento, información omitida o cláusulas contrarias a la ley.
Por ejemplo, si el vendedor no informó de una carga o no cumplió con los plazos acordados, puedes reclamar el cumplimiento del contrato, una indemnización o incluso la resolución del acuerdo.
Cuándo puedes anular el contrato o exigir indemnización
Si hay pruebas de que firmaste en base a información falsa o incompleta, se puede solicitar la nulidad del contrato. También cabe exigir daños y perjuicios si el incumplimiento te ha causado un perjuicio económico o legal.
La clave está en contar con documentación y actuar dentro de los plazos establecidos por la ley, por eso es importante acudir pronto a asesoramiento legal.
Por qué es clave contar con un abogado especializado
Firmar un contrato de compraventa sin una revisión profesional es como cruzar un puente sin mirar si hay suelo firme al otro lado. Lo que parece un simple trámite puede esconder cláusulas desequilibradas, condiciones poco claras o incluso cargas ocultas que afecten gravemente a tu seguridad jurídica o a tu bolsillo.
Un abogado especializado en derecho inmobiliario no solo traduce el lenguaje técnico y legal a un lenguaje comprensible, sino que analiza cada línea del contrato en busca de riesgos: desde cláusulas abusivas hasta errores formales que podrían anular el acuerdo. Además, verifica que toda la documentación esté en regla y que los derechos del comprador estén plenamente garantizados antes de la firma.
Contar con este asesoramiento no es un lujo, es una herramienta de prevención y protección legal. Porque lo que está mal firmado puede salir caro… y en Amagna Legal te ayudamos a firmar con seguridad y conocimiento.
Revisar tu contrato antes de firmarlo es la mejor garantía de que estás tomando una decisión segura. En Amagna Legal te ayudamos a entender todo lo que firmas, detectar riesgos ocultos y tomar decisiones con respaldo jurídico.