Dentro del derecho penal español encontramos diversos delitos de negligencia médica que pueden ser cometidos por el personal sanitario en el ejercicio de su profesión. La mayor parte de estos delitos se cometen por imprudencia, es decir, son resultado de la impericia o error del médico o sanitario en cuestión.
En concreto, los delitos más graves son el homicidio por imprudencia grave (artículo 142.1 CP) y menos grave (artículo 142.2 CP) así como las lesiones por imprudencia grave (Artículo 152.1 CP).
Si bien es cierto que toda negligencia no tiene que acabar en una condena penal, ya que el derecho penal únicamente se encarga de resolver aquellos errores que son más flagrantes, esto no obsta para pedir una indemnización y reclamar el daño moral en un procedimiento civil.
¿Qué es una negligencia médica?
Definición de negligencia médica
La negligencia médica se refiere a la falta de diligencia o cuidado por parte de un profesional de la salud al realizar su trabajo, lo que provoca un daño físico, psicológico o moral al paciente. Según la ley, una negligencia médica ocurre cuando el profesional sanitario incumple los estándares de actuación esperados en su ámbito, ya sea por acción u omisión, y este comportamiento causa un perjuicio demostrable al paciente.
Es importante diferenciar entre un error médico y una negligencia profesional. Un error médico puede ocurrir incluso cuando el profesional actúa de buena fe y con los conocimientos adecuados, pero por circunstancias imprevisibles, se produce un fallo. Sin embargo, una negligencia profesional implica una falta de cuidado, responsabilidad o pericia en la actuación del profesional, lo que podría haberse evitado siguiendo los protocolos adecuados.
Tipos de negligencias médicas más comunes
Existen diversas situaciones que pueden considerarse negligencias médicas. Entre las más habituales se encuentran las siguientes:
- Diagnósticos erróneos o retrasados: Un diagnóstico incorrecto o un retraso significativo en identificar una enfermedad puede provocar que el paciente reciba un tratamiento inadecuado o que pierda la oportunidad de tratar su afección a tiempo. Por ejemplo, no detectar un cáncer en una etapa inicial puede tener consecuencias irreversibles.
- Errores en cirugías o procedimientos médicos: Estos incluyen desde operaciones realizadas en el lugar equivocado hasta la utilización indebida de herramientas quirúrgicas, dejando material dentro del cuerpo del paciente. Este tipo de negligencias no solo pone en peligro la vida del paciente, sino que también puede generar complicaciones graves.
- Falta de consentimiento informado: Antes de realizar cualquier procedimiento, el médico está obligado a informar al paciente sobre los riesgos, beneficios y alternativas posibles. La ausencia de este consentimiento puede considerarse una negligencia, especialmente si el procedimiento causa un daño que el paciente no estaba preparado para asumir.
Cada uno de estos casos debe analizarse de manera individual, ya que para que se considere una negligencia médica, debe demostrarse que hubo un incumplimiento de los estándares profesionales y que este incumplimiento causó un daño concreto al paciente.
Denunciar una negligencia médica
En el caso del homicidio por imprudencia profesional grave que cometa un sanitario, además de la pena privativa de libertad, se le impondrá una inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión por tiempo de 3 a 6 años.
Pero, en el caso de homicidio por imprudencia profesional menos grave se evitaría la prisión. La responsabilidad penal por negligencia médica en casos menos graves solo podría ser condenada con una multa, ni tan siquiera se inhabilitaría al médico o enfermero responsable de la muerte del paciente. Igual ocurre en el caso del delito de lesiones imprudentes.
Lo que es evidente es que pasar por quirófano para una operación estética o necesaria para conservar una salud digna no puede conllevar mayores trastornos en la vida del paciente que antes de someterse al tratamiento. En estos casos, los particulares tienen verdaderas dificultades para conseguir un testimonio que pruebe que el médico obró de manera incorrecta.
El corporativismo sanitario, en ocasiones, produce autenticas injusticias. Uno de los motivos principales de acudir a la acción penal es que interrumpe los plazos de prescripción de cualquier procedimiento posterior y permite poner en funcionamiento la maquinaria de justicia con el afán de descubrir que ocurrió realmente.
Dado que nuestra Constitución recoge el principio de presunción de inocencia, tendrá que ser el Ministerio Fiscal, la acusación particular (la víctima o sus familiares) o popular (por ejemplo asociación de víctimas) las que tengan la carga de la prueba de demostrar la culpabilidad del facultativo para obtener la condena por negligencia médica.
En estos casos es muy importante dejarse asesorar por profesionales jurídicos que trabajen de la mano con peritos médicos meticulosos. El informe pericial emitido por dicho profesional será la piedra angular sobre la que pivote la posible condena del responsable de la operación por delito de negligencia médica.
¿Cuándo es necesario acudir a un abogado especializado en negligencias médicas?
Beneficios de contar con un abogado especializado
Acudir a un abogado especializado en negligencias médicas es fundamental si has sufrido un daño debido a un error médico y deseas obtener justicia y compensación. Este tipo de casos son complejos y requieren un conocimiento profundo de las leyes relacionadas con la responsabilidad médica y los procedimientos legales específicos.
Un abogado especializado puede ayudarte a maximizar la indemnización a la que tienes derecho. Esto incluye no solo los daños físicos o económicos, sino también los perjuicios psicológicos y morales derivados de la negligencia. Además, un abogado se encargará de guiarte en todo el proceso, desde la recopilación de pruebas (como la historia clínica y los informes médicos) hasta la presentación de la reclamación o demanda judicial. Este apoyo profesional es clave para garantizar que tus derechos como paciente sean protegidos en todo momento.
Otro beneficio importante es que un abogado experto puede negociar con la parte contraria, ya sea con el hospital, la aseguradora o el médico responsable, evitando que enfrentes solo el estrés de lidiar con estas entidades, que muchas veces intentan minimizar su responsabilidad.
Cómo elegir al abogado adecuado para tu caso
Cuando decides emprender un caso de negligencia médica, es crucial elegir al abogado adecuado que pueda representarte de manera efectiva. Aquí te dejamos algunos factores importantes a considerar:
- Especialización en negligencias médicas: Busca un abogado con experiencia comprobada en casos de responsabilidad médica. Este tipo de casos requieren conocimientos legales y médicos específicos, por lo que un abogado generalista puede no ser la mejor opción.
- Historial de casos exitosos: Revisa las referencias o testimonios de otros clientes que hayan trabajado con el abogado. Un historial sólido de casos ganados es un buen indicador de su capacidad para manejar situaciones similares a la tuya.
- Transparencia y comunicación: Es importante que el abogado te ofrezca una explicación clara de las posibilidades de éxito de tu caso, así como de los costos asociados al proceso. Un abogado que mantiene una comunicación abierta y te informa de cada paso será un gran aliado durante este difícil proceso.
- Empatía y compromiso: Los casos de negligencias médicas suelen ser emocionalmente delicados. Por ello, es importante que el abogado sea empático y comprenda la gravedad de tu situación, comprometiéndose a obtener el mejor resultado posible para ti.
Si ha seguido un tratamiento médico de la naturaleza que sea (ortodoncia, cirugía estética, operación en quirófano, entre otros) y tras pasar el proceso de recuperación se encuentra peor que antes de comenzar dicho tratamiento sanitario, puede ponerse en contacto con cualquiera de nuestros abogados penalistas y le ayudaremos a denunciar una negligencia médica.