Durante años, miles de personas firmaron hipotecas con condiciones poco transparentes que limitaban su ahorro. Una de las más frecuentes fue la cláusula suelo, un término que muchos desconocían hasta ver que su cuota no bajaba, aunque los tipos de interés sí lo hacían. En este artículo, nuestro equipo de abogados especialistas en reclamaciones hipotecarias, te explica qué es, cómo saber si tu hipoteca la incluye y qué puedes hacer si te afecta.
¿Qué es una cláusula suelo en una hipoteca?
La cláusula suelo es una condición incluida en muchas hipotecas a interés variable que establece un mínimo de interés que siempre pagarás, aunque el índice de referencia (como el Euríbor) baje por debajo de ese valor.
Por ejemplo, si tu hipoteca tiene un interés variable del Euríbor + 1 % pero una cláusula suelo del 3 %, nunca pagarás menos de ese 3 %, aunque el Euríbor esté en negativo. Esto provoca que no te beneficies de las bajadas del mercado, pagando cuotas más altas de lo que te correspondería.
¿Por qué se considera una cláusula abusiva?
Porque muchas veces fue incluida sin información clara, transparente ni comprensible para el consumidor. El Tribunal Supremo y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea han declarado abusivas aquellas cláusulas suelo que no se explicaron adecuadamente o se camuflaron entre otros conceptos del contrato.
Cómo identificar si tu hipoteca tiene cláusula suelo
Qué términos buscar en el contrato
Para saber si tu hipoteca incluye cláusula suelo, lo primero es leer detenidamente la escritura del préstamo. Debes buscar expresiones como:
- “Tipo de interés mínimo aplicable”
- “El tipo de interés no podrá ser inferior a…”
- “Límite a la variabilidad del interés”
Estas frases suelen aparecer en el apartado de intereses variables o condiciones financieras. Si ves un porcentaje mínimo que se aplicará aunque el índice baje más, estás ante una cláusula suelo.
Es habitual que esta cláusula no aparezca bajo ese nombre exacto, lo que dificulta su detección. Por eso es clave revisar la redacción completa del contrato y consultar con un profesional si tienes dudas.
Cláusulas camufladas: ejemplos comunes
Algunas entidades utilizaron fórmulas complejas para disimular la existencia de la cláusula suelo. Por ejemplo:
“El tipo de interés resultante de la suma del índice de referencia y el diferencial no podrá ser inferior al 2,50 % ni superior al 12 %”.
En este caso, el “2,50 %” es el suelo, aunque no se mencione de forma directa. También hay ejemplos en los que el límite inferior aparece como una simple “condición técnica” o en una nota al pie.
Estas prácticas han sido consideradas abusivas por falta de transparencia, y dan derecho a reclamar su nulidad y la devolución de lo pagado de más.
Qué hacer si no encuentras el contrato original
Si no tienes la escritura del préstamo, puedes solicitar una copia a tu banco o pedirla directamente en la notaría donde firmaste la hipoteca. También puedes pedir una nota simple en el Registro de la Propiedad, aunque no siempre incluye el detalle de las condiciones financieras.
¿Qué dice la ley y la jurisprudencia sobre estas cláusulas?
Desde 2013, tanto el Tribunal Supremo como el TJUE han emitido sentencias clave que declaran abusivas las cláusulas suelo no transparentes ni comprensibles para el consumidor. El punto central es si el banco informó de forma clara y comprensible sobre sus efectos.
Además, en 2016, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los consumidores tienen derecho a recuperar todas las cantidades pagadas de más desde el inicio del contrato, sin limitarse a fechas posteriores a 2013 (como defendía el Supremo).
Actualmente, la normativa y la jurisprudencia consolidan que una cláusula suelo solo es válida si fue negociada de forma individual y transparente, algo que en la mayoría de los casos no ocurrió. Por eso, si sospechas que tu hipoteca la incluye, puedes reclamar su nulidad y recuperar tu dinero.
Cómo reclamar la cláusula suelo paso a paso
Reclamación extrajudicial al banco
El primer paso para reclamar la cláusula suelo es presentar una reclamación formal por escrito a tu entidad bancaria, solicitando la nulidad de la cláusula y la devolución de las cantidades abonadas en exceso. Desde 2017, existe un procedimiento extrajudicial obligatorio para este tipo de casos, recogido en el Real Decreto-ley 1/2017.
El banco debe responder en un plazo máximo de tres meses desde que recibe tu reclamación. Puede aceptar la devolución (con o sin acuerdo) o rechazarla. Si accede, debe calcular la cantidad que te corresponde y ofrecerte una propuesta de pago clara y detallada.
Demanda judicial si el banco no responde
Si el banco no contesta en ese plazo, rechaza la reclamación o la cantidad ofrecida no se ajusta a lo que corresponde, puedes acudir a los tribunales. Para ello, es necesario presentar una demanda civil solicitando la declaración de nulidad de la cláusula y la restitución íntegra de las cantidades pagadas de más.
Los juzgados especializados en cláusulas abusivas valoran si se cumplieron los requisitos de transparencia e información previa. Si se acredita que no fue así —como en la mayoría de hipotecas con cláusula suelo— el fallo suele ser favorable al consumidor.
¿Es necesario un abogado para reclamar?
Aunque el proceso extrajudicial puede iniciarse sin abogado, contar con asesoramiento legal es clave para garantizar que tu reclamación esté bien fundamentada y que no aceptes acuerdos que limiten tus derechos.
Además, si el caso termina en vía judicial, necesitarás un abogado y procurador para presentar la demanda. En estos procedimientos, el juzgado puede incluso condenar al banco a pagar las costas, por lo que no siempre supone un gasto extra para ti.
Un abogado especializado te ayuda a valorar la viabilidad de tu caso, calcular la cantidad que puedes recuperar y preparar una reclamación sólida desde el inicio. En muchos casos, el solo hecho de estar bien asesorado hace que el banco acceda antes a negociar.
En Amagna Legal analizamos tu hipoteca y te ayudamos a recuperar lo que es tuyo
Si tienes dudas sobre tu escritura hipotecaria, en Amagna Legal podemos ayudarte con ello. Realizamos un análisis completo de tu contrato, detectamos posibles cláusulas abusivas y calculamos cuánto podrías recuperar en caso de reclamación.
Además, te acompañamos en todo el proceso: desde la reclamación extrajudicial hasta el juicio, si es necesario. Nos encargamos de toda la gestión para que no tengas que preocuparte por papeleos ni tecnicismos legales. Tu hipoteca puede esconder una cláusula suelo: con nuestro equipo, puedes reclamar lo que es tuyo con tranquilidad y respaldo legal.